Aprender a cuidar tus finanzas personales evitando prácticas riesgosas en tus transacciones es la única manera de combatir los fraudes bancarios.
El uso de la banca electrónica se ha extendido en los últimos años, sin embargo, aún hay usuarios bancarios que desconfían de hacer sus operaciones por internet por temor al robo de información personal.
Aun cuando los fraudes cibernéticos están muy extendidos y es difícil erradicarlos, la mejor defensa es extremar precauciones al ingresar en el portal de tu banco y tener cuidado de no caer en estafas a través de llamadas o correos electrónicos.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha desarrollado una serie de recomendaciones que conviene que tengas siempre presentes.
Banca segura
En el caso de la banca electrónica, adopta estos consejos como parte de tus hábitos financieros para garantizar la seguridad de tus sesiones:
- Crea claves de acceso que no contengan datos personales, combinando minúsculas, mayúsculas y números así como dándole una longitud de mínimo doce caracteres.
- Guarda en lugar seguro tus documentos y archivos electrónicos que contengan tu NIP, contraseñas y claves dinámicas.
- No compartas con nadie tus claves y contraseñas para ingresar a portales bancarios.
- Mantén los generadores de claves electrónicas (tokens) en un sitio seguro.
- Activa el sistema de alertas para que recibas notificaciones en tu celular o correo electrónico de cualquier acceso o movimiento en tus cuentas.
- No dejes abiertas por mucho tiempo tus sesiones en la banca electrónica.
- Revisa tus estados de cuenta periódicamente para detectar a tiempo cualquier movimiento sospechoso.
- No ingreses a tu banca electrónica en cafés internet o a través de redes Wi-Fi públicas.
- No accedas a los portales bancarios a través de hipervínculos compartidos en correos u otros sitios web.
- Teclea directamente la dirección de tu banco en tu navegador.
- Cambia de contraseñas cada dos o tres meses y asegúrate de que sean distintas para cada portal de banca electrónica que utilices.
- No actives la función de recordar contraseña para tu portal bancario.
- No dejes sesiones bancarias abiertas sin atención.
- Cuando realices compras por internet, asegúrate de que el sitio es seguro verificando que la dirección empiece con "https".
Alerta máxima ante fraudes bancarios
Por otro lado, Condusef también aconseja que estés alerta para evitar ser víctima de fraudes que pongan en riesgo tu patrimonio y, en general, tu plan de vida.
La institución advierte que estas son las estafas más comunes:
- Llamadas o mensajes de texto falsos
Mediante estos te piden información personal o los datos de tus tarjetas de crédito o débito, incluidos los números de seguridad de la parte posterior.
Hay tres modalidades: te anuncian que ganaste un premio, te informan que te harán el reembolso de un cargo indebido a tu cuenta o que te reemplazarán tu tarjeta actual por otra nueva.
La recomendación es que nunca des datos de tus cuentas o plásticos, ya que ni bancos, ni empresas emisoras como MasterCard y VISA solicitan esta información vía teléfono, mensaje o correo electrónico.
- Cajeros automáticos alterados
La práctica común es que los delincuentes coloquen dispositivos que leen los datos de tu tarjeta encima de la ranura por donde la debes introducir.
Otra táctica es que el delincuente averíe el cajero y luego solícitamente quiera ayudar al cuentahabiente ofreciéndose a limpiar la tarjeta, momento que aprovecha para cambiarla por otra. Una vez que el impostor se retira, un segundo delincuente formado detrás se queda a observar el número confidencial tecleado. Así obtienen la información que necesitan para usar posteriormente la tarjeta válida.
- Correos electrónicos fraudulentos
En esta práctica conocida como phishing, los defraudadores anuncian en un mensaje de email que la cuenta del usuario ha sido bloqueada y solicitan que dé clic en un hipervínculo para realizar el proceso de desbloqueo, pero este enlace conduce a un sitio web apócrifo donde, entonces, recaban toda la información personal del afectado.
Nunca hay que responder a ese tipo de correos electrónicos, sino más bien comunicarse con su banco y, de ser necesario, ingresar a la banca electrónica tecleando la dirección del portal directamente en el navegador.
En ocasiones hay correos electrónicos que vienen acompañados de archivos adjuntos, estos no deben ser abiertos o ejecutados a menos que se tenga la certeza que el archivo sí se esperaba recibir por el remitente. Estos archivos suelen ser maliciosos, es decir, su ejecución puede repercutir en infecciones de malware, robo o secuestro de información.
Combatir los fraudes bancarios requiere de tu participación activa, siendo un usuario de banca electrónica precavido, con sentido común y manteniéndote siempre alerta.
