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¿Tu tipo de cambio preferencial es realmente competitivo? Lo que debes revisar al cotizar

En el mundo de las finanzas corporativas, cada peso cuenta, y para las empresas que realizan operaciones internacionales, tener un tipo de cambio preferencial puede convertirse en un factor determinante de rentabilidad. Muchas instituciones financieras en México —bancos tradicionales y casas de bolsa— suelen ofrecer a sus clientes un tipo de cambio preferencial. Sin embargo, pocas veces los encargados de las tesorerías realmente comparan esa cotización preferente.

La realidad es que un diferencial de apenas unos centavos puede traducirse en pérdidas o ahorros de miles de pesos, dependiendo del volumen de operación. Y en un entorno donde los márgenes de utilidad son cada vez más estrechos, aceptar sin cuestionar lo que te ofrecen como preferencial puede resultar más costoso de lo que imaginas.

Este artículo busca derribar mitos, ofrecer ejemplos claros de cómo se ve ese diferencial en tipos de cambio y brindar herramientas prácticas para que cualquier empresa pueda comparar al cotizar y obtener un tipo de cambio competitivo. Porque, al final, lo que marca la diferencia es la capacidad de elegir la opción más conveniente en cada operación.

¿Qué significa un tipo de cambio preferencial?

Cuando una institución financiera promete a una empresa un tipo de cambio preferencial, lo que está comunicando es que no recibirá la misma tasa publicada en medios masivos —como el FIX del Banco de México—, sino una tasa “ajustada” en función de su perfil, es decir, tomando consideraciones como:

  • A partir de ciertos montos por operación.Tipo de cambio
  • Que sea dentro del horario de operación de la banca tradicional.
  • Al contratar otros productos financieros.

Asimismo, el cliente nunca sabe si ese preferencial es realmente un tipo de cambio competitivo frente a otras instituciones, ya que, en muchos casos, no se detiene a hacer un ejercicio de comparación al cotizar, por lo que puede ser que esté pagando más.

El impacto de tener un tipo de cambio realmente competitivo

Imagina una empresa que importa mercancía desde Estados Unidos y necesita pagar 600,000 dólares al mes a sus proveedores.

  • Si el banco le ofrece un tipo de cambio de 18.50 pesos por dólar, la empresa desembolsa: 600,000 USD×18.50 = 11,100,000 MXN
  • En cambio, si con otra institución puede obtener 18.40, el pago sería: 600,000 USD × 18.40 = 11,040,000 MXN

La diferencia es de 60,000 pesos en una sola operación. En un año, suponiendo 12 pagos similares, el impacto asciende a 720,000 pesos, cantidad que fácilmente podría representar el costo anual de nómina de varios empleados, la compra de nueva maquinaria o la inversión en marketing.

Esto demuestra que un diferencial de apenas 10 centavos por dólar (o visto de otra forma: solo 0.5% de variación) puede tener un gran efecto y modificar significativamente la rentabilidad de un negocio. Y muchas empresas no lo detectan porque no se detienen a comparar al cotizar el tipo de cambio entre instituciones.

Comparar: el verdadero valor agregado

Uno de los problemas más frecuentes en el mercado cambiario es quedarse con la primera opción, la opción que te da un solo banco o no querer comparar con otros bancos al cotizar tipo de cambio. Los bancos tradicionales suelen mostrar una sola cifra final, sin dar margen de negociación.

ComparaComparar el tipo de cambio en operaciones de compra venta o para pagos implica que el cliente pueda:

  1. Saber cuál es el tipo de cambio interbancario en tiempo real.
  2. Comparar el spread que la institución le está cobrando.
  3. Tener certeza de que no existen cargos adicionales por servicio.

En Banco BASE, por ejemplo, cotizar el tipo de cambio se realiza directamente con el asesor asignado como cliente, lo cual permite negociar el tipo de cambio de forma directa, sin rodeos. Esta flexibilidad no solo genera confianza en la relación banco-clientes, sino que además se traduce en mejores decisiones financieras.

Caso práctico en una empresa importadora

Pongamos otro ejemplo ficticio de una empresa mexicana “Textiles del Norte”, dedicada a importar telas de Estados Unidos. Durante años, la empresa trabajó con un banco tradicional que le ofrecía un tipo de cambio preferencial.

El director financiero nunca comparó el tipo de cambio confiando que el preferencial que su banco le otorgaba era el más competitivo del mercado. Sin embargo, un día decidió comparar. Cotizó la misma operación de 250,000 dólares en otro banco y descubrió que había una diferencia de 25 centavos más por dólar.

El resultado: en esa sola transacción había pagado 62,500 pesos adicionales. Cuando proyectó este diferencial en las 10 operaciones que realizaba al año, se dio cuenta de que había perdido más de 600,000 pesos en un solo ejercicio fiscal.

A partir de esa experiencia, la empresa decidió cotizar siempre en diferentes instituciones bancarias antes de comprar divisas. El ahorro obtenido en el primer año se destinó a abrir un nuevo punto de venta en Monterrey. Es decir, el dinero que antes se “perdía en el tipo de cambio” se transformó en crecimiento real para el negocio.

Caso práctico

Cómo comparar tu tipo de cambio hoy mismo

Para saber si realmente tienes un tipo de cambio preferencial, puedes seguir estos pasos simples:

  1. Pregunta a tu banco cuál es el tipo de cambio spot interbancario en tiempo real.
  2. Solicita la cotización por el monto de tu operación (ejemplo: compra de 50,000 o 100,000 dólares).
  3. Compara el tipo de cambio en instituciones financieras especializadas como Banco BASE en ese mismo instante.
  4. Calcula la diferencia: multiplica la brecha por el monto de tu operación.
  5. Proyecta al mes o al año: ahí verás si tu “preferencial” es realmente un tipo de cambio competitivo.

Si realizas este ejercicio, que solo toma unos minutos, puede significar millones en ahorros anuales y un verdadero ahorro en tipo de cambio para pagos.

Más allá del tipo de cambio, hablemos de las comisiones

Un error común es fijarse únicamente en el tipo de cambio, sin considerar los costos adicionales. Muchas instituciones suman comisiones por transferencia, cargos SWIFT, o spreads extra.

Por ejemplo: una empresa recibe un tipo de cambio aparentemente atractivo, pero además paga 20 USD por cada transferencia internacional en dólares. Y es una operación que se realiza al menos 1 vez al mes.

Al final, esa comisión fija reduce el beneficio del “preferencial”. Sin mencionar que los bancos tradicionales les puede tomar hasta 7 días abonar una operación en el extranjero y también tienes que trasladarte a una sucursal a explicarle a un cajero cómo es la operación SWIFT que requieres.

En contraste, puedes encontrar instituciones financieras especializadas que eliminan o reducen estos cargos, lo que significa un ahorro en comisiones bancarias para las empresas y que tienen expertos en operaciones cambiarias e internacionales.

El término tipo de cambio preferencial puede sonar atractivo, pero en la práctica es ambiguo. La única manera de saber si realmente estás obteniendo el mejor tipo de cambio al cotizar es comparar en tiempo real y calcular el impacto en tus operaciones.

En un mercado cada vez más competitivo, donde cada centavo puede definir la rentabilidad, la capacidad de elegir y tener opciones son claves. No se trata solo de aceptar la palabra de tu primera o única opción, se trata de saber que tienes más opciones y aprovechar al máximo tus recursos financieros.

El mejor tipo de cambio es el que obtienes al comparar.

 


 

¿Quieres saber si tu tipo de cambio es realmente preferencial? Haz la prueba, cotiza en Banco BASE el tipo de cambio y compara directamente con un asesor.

Además, Banco BASE ofrece coberturas cambiarias para asegurar un tipo de cambio fijo en operaciones futuras, lo que protege a las empresas de la volatilidad del mercado; así como un servicio de Divisas 24/7 que permite cotizar y pactar tipo de cambio fuera de los horarios tradicionales, brindando mayor flexibilidad y certeza en las decisiones financieras.

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