Por Guillermo Mateos, director de soluciones de divisas y derivados en Banco BASE
Un derivado es un instrumento financiero que permite fijar hoy el precio de compra o venta de un activo financiero para ser liquidado o entregado en una fecha futura.
Entre los principales tipos de derivados se encuentran los futuros, los forwards, las opciones y los swaps. Los principales activos sobre los que se hacen derivados son: divisas, tasas de interés, acciones y materias primas o commodities.
En los contratos de futuros se establece una fecha de entrega y un precio que depende del valor actual del activo subyacente y de la tasa de interés del mercado. Los futuros son instrumentos estandarizados con montos y fechas de liquidación preestablecidas, siendo Chicago (CME y CBOT) el mercado más representativo. Por su parte, los forwards son contratos hechos a la medida, en donde el comprador y el vendedor fijan el precio de un activo que será liquidado en una fecha futura. Este derivado es muy parecido al futuro, sólo que en el forward el monto y vencimiento lo definen las partes contratantes.
El instrumento denominado opciones es el derecho, pero no la obligación de comprar (call) o vender (put) un activo subyacente a un precio y fecha determinados. Las opciones son un “seguro”, en donde se paga una prima para poder adquirir el instrumento, su costo depende del precio actual del activo, de la tasa de interés y de la volatilidad del precio del activo. Un ejemplo de este tipo de derivado es el que utiliza la SHCP para cubrir los movimientos adversos del precio del petróleo.
Existen opciones del tipo americanas que pueden ejercerse en cualquier momento durante la vida del instrumento, y las europeas, que pueden ejercerse sólo en la fecha de vencimiento. Finalmente, los swaps son instrumentos que intercambian flujos futuros sobre activos como tasas de interés y divisas. Por ejemplo, quien tiene un financiamiento a tasa variable y anticipa un alza, puede cambiar sus flujos a tasa de interés fija para mitigar el riesgo de pagar más intereses.
Es importante mencionar que un derivado puede ser utilizado principalmente de tres formas, a) para cubrirse ante riesgos de variación de precios en el mercado b) para realizar arbitraje entre distintos activos financieros o c) para operaciones especulativas que apuestan a un mejor rendimiento.
- Cuando una empresa tiene operaciones a nivel global o apalanca sus proyectos con financiamientos en distintas divisas, seguramente estará expuesta a algunos riesgos financieros y volatilidad de precios que deberá cubrir para asegurar el rendimiento de su negocio.
- Realizar arbitraje significa tomar ventaja de las diferencias de precios entre un mismo activo pero en distintos mercados, este tipo de operaciones son comunes y mayormente realizadas por instituciones financieras y profesionales del mercado. Son muy importantes para corregir distorsiones en los precios de los activos.
- Otra forma de utilizar los derivados es para especular realizando apuestas direccionales sobre el precio de un activo financiero de manera apalancada, esto es sin adquirir el activo totalmente y solo liquidando al vencimiento el diferencial positivo o negativo entre el precio pactado y el precio al vencimiento.
El instrumento y la estrategia ideal de cobertura debe ser analizada para cada empresa, pero en general se recomienda que sea sobre activos que impacten la utilidad. Además, no se sugiere cubrir el 100% de la exposición de riesgo, sino solamente entre un 40% y 80% de sus necesidades, dependiendo del activo. Así mismo los plazos de cobertura no deben ser mayores al ciclo de cobranza o pago.