El fin y principio de año traen consigo un espacio de introspección que en el plano empresarial debería de constituir una revisión de los resultados para evaluar lo que funcionó, qué se puede mejorar, qué se debe implementar y qué debe de eliminarse por no aportar valor. Una vez que este ejercicio fue realizado, el siguiente paso será el de definir el plan de acción del año entrante y es aquí cuando nuestros clientes se voltean con nosotros para preguntarnos sobre la expectativa del tipo de cambio. “¿Cómo lo ven para el año?” resulta ser la pregunta más socorrida; sin embargo, seamos honestos, esta cuestión no aflora únicamente durante el fin/inicio de un año, sino de manera mensual, semanal, diaria.
Ahora bien, ¿cuál es el problema que resulta de tomar decisiones de tipo de cambio en base a las expectativas del mercado? Que hay ocasiones en las que no se cumplen y entonces, estamos en aprietos cambiarios ¡uh, oh!
Regresando un poco en el tiempo, el año 2022 arrancaba con un tipo de cambio de $20.5200 pesos por dólar y que la expectativa – en ese momento producto de los factores conocidos- para el cierre de año estaba en niveles de $21.10 unidades*. Dentro de la ecuación podíamos observar cómo el COVID y sus variantes no dejaban de aparecer en los titulares o cómo diversos bancos centrales (incluido el nuestro) comunicaban su intención de seguir subiendo sus tasas de referencia. Al arranque del año no podíamos vislumbrar el nacimiento del conflicto Ucrania-Rusia o que íbamos a cerrar el año con presiones inflacionarias a nivel mundial. A manera de resumen, las variables conocidas al 1 de enero 2022 nos llevaban a pensar que nuestra moneda enfrentaría una presión que hacia el cierre del año la llevaría a terminar en niveles por encima del $20.5200 con el que arrancó.
Ante dicho contexto y expectativa, ¿qué podíamos esperar? Que los compradores de USD se abastecieran de esta moneda ya sea con compras de contado o con ayuda de algún instrumento derivado y que los vendedores de USD bajaran la guardia debido a que la expectativa dictaba que conforme avanzara el año, podrían irlos vendiendo en niveles cada vez más altos como si de un movimiento lineal se tratara.
¿Qué fue lo que realmente ocurrió? Que ni con todo y los factores mencionados anteriormente ni con los que se fueron sumando sobre la marcha, se cumplió la expectativa alcista. Esto propició que tanto compradores como vendedores de USD cuestionaran su mala suerte por haber y no haber tomado acción respectivamente.
Al día de hoy, aún se escuchan comentarios sobre “la tendencia alcista” que el tipo de cambio tiene año con año pese a que prácticamente desde el 2017, esa tendencia cambió y han habido ejercicios en los que el USDMXN ha cerrado por debajo del nivel con el que arrancó. ¿Significa esto que como vendedor de USD debo salir a cambiar todos mis USD tan solo arranque el año? ¿O que como comprador de USD me debo dejar ir con la corriente puesto que se espera que baje? De ninguna manera y tampoco considero que, dado que las expectativas pueden no llegar a cumplirse, debamos aislarnos de lo que sucede en el mercado haciendo oídos sordos a la información y noticias que se vayan publicando, viviendo en la negación. Por el contrario, mi recomendación yace en voltear al origen (tu empresa) y que las decisiones de tipo de cambio se tomen en base al análisis de tu costeo, del margen de utilidad que deseas y de tu crecimiento presupuestado. ¡Esta es la única manera que tenemos para evaluar si se están tomando decisiones cambiarias adecuadas!
Irónicamente, tomar una decisión esperando que se materialice una expectativa, termina siendo especulación.
*FX Forecast generado por Bloomberg al 3 de enero 2022.