Cualquiera que sea tu plan de vida y en la etapa del mismo en que estés, la realidad es que unas finanzas personales sanas significan tranquilidad y la realización de tus sueños.
Una buena planeación financiera, en la que apartes una cantidad de tus ingresos para el ahorro, significa que estarás preparado para enfrentar eventualidades como una enfermedad, en posición de adquirir el auto que deseas o tomar las vacaciones ideales.
Cualquiera que sea tu objetivo, sigue estas 10 reglas para que tus finanzas estén siempre en orden:
1. Recibe el salario que mereces y gasta menos de lo que ganas
Suena simplista, pero muchas personas pasan apuros con esta primera regla básica. Asegúrate de que sabes lo que vales en el mercado laboral mediante la realización de una evaluación de tus habilidades, tu productividad, tus tareas en el trabajo, tu contribución a la sociedad y el nivel salarial existente, tanto dentro como fuera de la empresa. Si estás siendo mal pagado esto tendrá un efecto acumulativo importante a lo largo de tu vida laboral.
2. Ajústate a un presupuesto
El presupuesto no es una simple palabra. ¿Cómo sabrás a dónde irá tu dinero si no elaboras un presupuesto? ¿Cómo lograrás ahorrar si no sabes a dónde va tu dinero? Es necesario que hagas y lleves un presupuesto anual y te apegues a él.
3. Cancela la deuda de las tarjetas de crédito
La deuda de tarjetas de crédito es el principal obstáculo para salir adelante económicamente. Esas pequeñas piezas de plástico son tan fáciles de usar que es sencillo olvidar que se trata de dinero real. A pesar de nuestras buenas resoluciones para pagar el saldo rápidamente, la realidad es que a menudo no lo hacemos y terminamos pagando mucho más de lo que nos hubiera tocado pagar si hubiéramos usado efectivo.
4. Invierte en un plan de retiro
Pregúntale a tu empleador si tienen un plan de pensiones empresarial e inscríbete. Si ya estás contribuyendo, trata de aumentar la cantidad que aportas. Si tu patrón no ofrece un plan de jubilación, considera una cuenta de ahorros individual.
5. Ten un plan de ahorro
Seguro lo has oído antes: ¡Págate a ti primero! Si esperas hasta haber cumplido con todas tus obligaciones financieras antes de ver lo que te queda para ahorrar, lo más probable es que nunca alcances un nivel sano.
6. Invierte
Si estás contribuyendo a un plan de retiro y una cuenta de ahorros y todavía puedes poner un poco de dinero en otras inversiones, hazlo. Puedes encontrar una opción sencilla y flexible que se adapte a tu estilo de vida.
7. Maximiza tus beneficios sociales
Si tus prestaciones laborales incluyen un seguro médico y dental, por ejemplo, asegúrate de que estás maximizando tus beneficios y aprovechando todo lo que puedes ahorrar mediante la deducción de impuestos o gastos hechos de tu propio bolsillo.
8. Revisa tus coberturas de seguro
Hay muchas personas que pagan demasiado por seguros de vida y discapacidad y no han visto si de verdad es recomendable seguir de la misma forma o cambiar a algo mejor. Por otro lado, es importante que no te quedes sin un seguro. Recuerda que debes proteger a tus dependientes y tus ingresos en caso de muerte o discapacidad.
9. Actualiza tu testamento
Un porcentaje muy alto de la población no cuenta con una declaración notarial de su última voluntad. Si tienes dependientes, no importa lo poco o lo mucho que poseas, necesitas un testamento. Protege a tus seres queridos y elabora el tuyo ante notario público.
10. Mantén un buen registro de gastos
Si no llevas un buen registro, probablemente no estás reclamando todas tus deducciones y créditos fiscales permitidos. Establece un sistema ahora y utilízalo durante todo el año. Es mucho más fácil hacer eso que andar pasando apuros para encontrar todos los recibos en la temporada de declaraciones de impuestos.
Como todo, el llevar una buena planeación financiera requiere esfuerzo y perseverancia. No bajes la guardia y mantente al corriente de tus cuentas por pagar y cubriendo las cuotas de ahorro que te asignaste. Seguramente disfrutarás los frutos que recojas al final.