Los directores financieros de las empresas (CFO por sus siglas en inglés) han pasado de ser los guardianes de la cuenta de resultados a tener responsabilidades que trascienden la mera contabilidad.
Tras la crisis de 2008, la recuperación ha dado paso a una etapa de crecimiento llena de oportunidades. Pese a ello, muchos CFOs siguen enfrentándose a numerosos retos: